Uno de los elementos principales que se deben considerar al trabajar con acero inoxidable es el acabado que se le dará a este metal. Este aspecto es fundamental para conseguir que este material pueda desempeñar su función de manera adecuada y sin que pierda propiedades necesarias para una aplicación específica, como podrías ser: resistencia a la corrosión, desgaste, fricción o necesidad de mantenimiento. Por esta razón, en este artículo aprenderemos la importancia de pulir el acero inoxidable.
Beneficios de pulir el acero inoxidable
El acero inoxidable se refiere a la aleación que se da después de utilizar tipos diferentes de acero. Se compone principalmente de hierro y carbono; la disminución de cromo y otros elementos erosionados como el níquel, le da a los productos fabricados de este metal sus propiedades distintivas.
Debido a sus componentes, la mayoría de la gente asume que el acero inoxidable es resistente al óxido y la corrosión cuando escuchan el nombre. Aunque es cierto que es más fuerte y resistente que el acero normal, este material tiene el pequeño inconveniente de no ser a prueba de manchas. Saber pulir el acero inoxidable es crucial si quieres evitar este problema.
Si tienes alguno de estos objetos o productos en tu hogar, notarás que eventualmente empiezan a verse un poco desgastados por el uso o por estar todo el tiempo cerca de una fuente de calor. La buena noticia es que existen algunas técnicas a las que puedes recurrir para limpiar y pulir estos elementos para que recuperen su brillo.
Superficies y acabados del acero inoxidable
Es importante encontrar el mejor acabado decorativo para la aplicación del acero inoxidable, ya que existen diferentes estilos y opciones disponibles. Para aplicaciones muy visibles, la apariencia de esta aleación es un aspecto de diseño crucial, por lo que elegir el tratamiento incorrecto puede tener el efecto contrario al previsto.
Para entornos higiénicos y comerciales, como hospitales o restaurantes, el acero inoxidable con un acabado correcto es más fácil de mantener limpio. La apariencia de una hoja bien pulida proporciona un fuerte atractivo de ventas.
Junto con su atractivo estético, el acero inoxidable pulido tiene muchas ventajas utilitarias. Cuando se usa en aplicaciones sanitarias, este metal, cuando se ha pulido correctamente, mejora la apariencia y reduce la posibilidad de que el material retenga bacterias.
Es menos probable que una superficie lisa y fabricada en acero inoxidable acumule depósitos, que con frecuencia sirven como puntos focales para la corrosión localizada. Para su uso en condiciones corrosivas, como las que se encuentran en los sectores marítimos o nucleares. Un producto que haya sido pulido correctamente resistirá la corrosión mejor que una que haya sido áspera o pulida incorrectamente.
Ventajas de pulir esta aleación correctamente
Proporciona una mejor apariencia
Como resultado del esmerilado, corte, raspado u otras aplicaciones de trabajo, el acero inoxidable comienza a deformarse con el tiempo. Cada acabado de este tipo reelabora estos componentes para darles una apariencia nueva y elegante. Los calentadores de aire, calderas, hornos y equipos de refinería, por ejemplo, tienen una apariencia suave y brillante gracias a los revestimientos laminados 2B.
Los acabados brillantes, por otro lado, producen un reflejo similar a un espejo en los cubiertos utilizados en los mejores restaurantes, equipos quirúrgicos y tanques de productos lácteos. Según el tipo de acabado utilizado, la limpieza del acero inoxidable restaurará la apariencia original después de que se haya desgastado.
Suaviza la textura áspera
El hecho de que los acabados pulidos en esta aleación alisen los rugosos es uno de los elementos más importantes de este tipo de acabado. Después de un uso prolongado, el acero inoxidable puede empañarse y ensuciarse, así como tener una textura arenosa y con abolladuras.
Estas superficies son suaves gracias a los pulidores de acero inoxidable, que eliminan la necesidad de productos químicos agresivos o procesos laboriosos. Para restaurar las herramientas y electrodomésticos de este metal, con mucho tiempo de uso, estos acabados requieren de un proceso de pulido con rodillos calientes o fríos, satinados o laminados.
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